Si tienes alguna experiencia en la oración quizá pensarás que esto es algo tonto. Pero para aquellos que empiezan en la oración, y puede ser tu caso, no es algo tan obvio. Al principio están las típicas preguntas ¿Qué hago? ¿Qué digo? ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Tengo que hacer silencio o hablar? ¿Pedir perdón o agradecer?
Cuando estamos aprendiendo a orar empiezan a surgir muchísimas preguntas sobre si estamos haciendolo correctamente. Esto en vez de ayudarnos nos complica la cabeza y nos distrae de lo esencial: Hablar con Dios.
Por eso, el tip de esta semana: Habla con Dios. Lisa y llanamente. Habla con Dios.
Con tus palabras, con lo que tenés en el corazón. Contale tus proyectos, agradecele por el día, hablale de tu familia, de tus animales, de tu pareja o tu trabajo. Lo que sea, pero habla con Dios.
El Dios cristiano no es una energía espiritual fantasmal etérea. El Dios cristiano es un Tú. Es alguien con el que puedo entrar en relación. Es alguien con el que puedo dialogar y sobre todo: AMAR.
Este es el desafío de esta semana: Habla con Dios. Ama a Dios.
Te deseo lo mejor y te felicito por seguir dando pasos en la oración!
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Foto tomada por sdev87 instagram user.
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