El arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia, ha criticado con dureza una propuesta de ley regional contra la discriminación homófoba, que cuenta con pocas posibilidades de salir adelante. Pero el arzobispado ha ido bastante más allá al defender las peligrosas “terapias reparadoras” de la homosexualidad y pedir que no se pongan límites a su financiación.
La propuesta, presentada en la Asamblea regional por la expresidenta de la región de Piamonte, Mercedes Bresso (del Partido Demócratico, PD) propone simplemente combatir la discriminación“en todos los ámbitos de competencia regional”. Inmediatamente después de que Bresso presentara su texto, que cuenta con muy escasas probabilidades de salir adelante, el centro católico de bioética del arzobispado de Turín envió una carta a Valerio Cattaneo, presidente de la Asamblea regional, en la que se pide, entre otras cosas, que la ley garantice que en ningún caso se considerará al matrimonio entre un hombre y una mujer como “una más” entre las posibles modalidades de unión (ratificando así la heterosexualidad como orientación sexual preferente) y que no se prohibirá la discriminación de las parejas homosexuales respecto a “la familia” en las prestaciones sociales, de trabajo o en el acceso a la vivienda.
Pero lo que más llama la atención es que se pide expresamente que “no sean discriminados, censurados u obstaculizados (también en el acceso a la financiación) a los que, con metodo científico, promueven la tesis que la homosexualidad es curable”. En definitiva, se solicita otorgar cobertura legal y financiera a las peligrosas pseudoteorías acientíficas que la iglesia católica no ha dudado en difundir, por ejemplo, en una página de la web del obispado de Alcalá que dosmanzanas denunció este verano. El propio tono de la carta en sí, cuyo contenido ha sido hecho público por la web River-blog, ilustra bien algunos aspectos del funcionamiento del proceso legislativo en Italia: el arzobispado dicta directamente cuáles deben ser los límites de la ley y se ofrece a discutir un articulado punto por punto.
Tanto Bresso como diversas asociaciones LGTB han emitido comunicados de condena recordando a la opinión pública que estas “terapias” carecen de cualquier valor científico.
Italia y las “terapias reparadoras”
En los últimos años, Italia parece haberse convertido en un lugar de referencia por todos aquellos que pretenden ‘curar’ la homosexualidad. Este tipo de grupos han logrado hacerse un hueco entre las corrientes de opinión mayoritarias y cuentan, además del apoyo decidido de la iglesia católica, con la abierta simpatía de muchos medios. Sus tesis han entrado en la cultura popular que las difunde en canciones y películas.
No es sorprendente, de hecho, que muchos de los participantes en el congreso homófobo y tránsfobo que tuvo lugar el pasado febrero en Pamplona fueran italianos: los centros y asociaciones de este tipo se han multiplicado en Italia sin encontrar demasiada resistencia (el activista Marino Buzzi es uno de los que luchan valientemente contra estas practicas). En 2010, por ejemplo, algunos diarios denunciaron que la ONG católica Trentino Solidale (cuyos proyectos reciben financiación de la provincia autónoma de Trento, gobernada por el PD) financiaba las actividades de uno de estos grupos. Un año después, Trentino Solidale continúa recibiendo fondos públicos, y aunque asegura que aquel grupo ahora prosigue sus actividades por separado, le sigue ofreciendo la posibilidad de presentarse, defenderse y promocionarse en su página web.
Publicado por: http://www.dosmanzanas.com
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